Cuquita
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Buscar culpables solo nos hará perder energía. Es fundamental que nos demos permiso para enfadarnos y aprendamos a perdonarnos. Al sanar nuestras heridas podremos ir por el mundo sin ocultarnos. Las experiencias dolorosas que desarrollamos a lo largo de nuestra vida conforman nuestras heridas emocionales. Generalmente, nos cuesta afrontar problemas emocionales como separaciones, traiciones, humillaciones, abandonos o injusticias.

La ignorancia sobre las heridas emocionales, unida al miedo a revivir nuestro dolor, no nos permite ser nosotros mismos. Esto nos obliga a interpretar un papel que tenemos poco o nada estudiado y que no nos corresponde.

Aquí encontraras  tips que te ayudaran a ver cuál es el proceso que debes seguir si quieres poner en marcha la maquinaria de afrontamiento que te permita curar tus heridas emocionales.

1. Acepta las heridas emocionales como parte de ti

No te tapes los ojos, la herida existe. Puedes reconocerlo o no, pero te aseguro que hacerlo es lo único que te ayudará a seguir adelante. Aceptar una herida significa mirarla, observarla detenidamente y saber que tener situaciones que resolver forma parte de la experiencia del ser humano.

Aceptar nuestras heridas resulta muy beneficioso en cuanto asumimos el aprendizaje que necesitábamos. Si no lo haces, generarás numerosos problemas a largo plazo, tales como depresión, ansiedad e inseguridades varias.

2. Aceptar que te haces daño sucumbiendo al temor o al reproche

Si focalizamos nuestra atención en el dolor y en la búsqueda de un culpable o un responsable estaremos perdiendo energía. Conservar nuestra energía emocional es imprescindible para sanar nuestra herida. Intenta perdonarte y perdonar a los demás, pues es la única manera de que consigas pasar página y abrir tu corazón.

Debes entender que la voluntad y la decisión de sobreponernos a nuestras heridas son el primer paso hacia el auto comprensión y el autocuidado. No solo desarrollarás estas cualidades por y para ti, sino también hacia los demás, lo que redundará en un mayor bienestar emocional.

3. Date permiso para enfadarte con las personas que alimentaron tu herida

Cuanto más nos dañen y más profundas sean nuestras heridas, más normal y humano resultará culpar y sentir enfado hacia quien nos perjudicó. Date permiso para enfadarte con ellos y perdónate. Si te fuerzas a no hacerlo, acabarás reprimiendo ese dolor y lo convertirás en odio y en resentimiento. Estos sentimientos son extremadamente perjudiciales para nuestra salud.

4. Observa el mundo con y sin herida

Date tiempo para observar cómo te has apegado a tu herida en todos estos años. Estaba ahí y, aun sin saber cómo, dirigía cada uno de tus movimientos. Deshazte de tus máscaras, no te juzgues y no te critiques. Pon todo de ti a la hora de intentar sanar tú herida en profundidad.

5. Apóyate en tu círculo social

Es probable que pienses que tú puedes con todo y que ya has salido de peores pozos. Sin embargo, no hay motivos por los que debas renunciar al consuelo de un corazón que te escuche pacientemente.

Es evidente que el apoyo que los demás nos brindan puede ser crucial a la hora de superar múltiples obstáculos.

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Aprender un nuevo idioma es de vital importancia para ser competentes en muchos aspectos de nuestra vida. Aunque mucha gente piensa que los más pequeños aprenden idiomas con más facilidad, lo cierto es que, niños y adultos tenemos las mismas posibilidades de lograrlo. Así que, por qué no intentarlo, con estos tips que te dejaremos para que los pongas en práctica y se te haga más fácil aprender un idioma.

1. Conversa

Conversar pone en práctica todo lo aprendido,  basta para aprender lo mismo que con 5 horas tomando clases o 10 horas por tu cuenta. Y es que, conversar es un proceso complejo que involucra escuchar a la otra persona que habla, entender lo que dice, planear la respuesta en tu mente y después expresarla de forma oral.

2. Practica en tu mente

A cada instante estamos pensando en una nueva idea, recordando algún momento de nuestra vida o planeando cosas que tenemos que hacer en el futuro. Esto generalmente se realiza en nuestra lengua materna; pero por qué no forzar a nuestro cerebro a pensar en inglés o el idioma de tu elección. Formar frases en otro idioma y diseñar respuestas a diferentes situaciones nos ayudarán a prepararnos para cuando lleguen.

3. Comienza por lo más sencillo

En cada idioma hay, quizás, entre 50 y 100 palabras básicas. Estas 100 palabras más comunes equivalen al 50% de la comunicación hablada que utiliza una persona diariamente. Bajo esta condición, es posible lograr un avance gradual y verdaderamente significativo para aprender un nuevo idioma.

4. Escucha y lee

La práctica hace al maestro. Pero, para no hacer de tu aprendizaje un proceso aburrido y tedioso, utiliza cada oportunidad que tengas para introducir el nuevo idioma a tu vida diaria. Por ejemplo, puedes ver más películas con subtítulos, escuchar música y buscar las letras de las canciones, leer noticias en otro idioma, escuchar podcast o audiolibros, incluso hay quien dice que un método muy efectivo consiste en etiquetar todos los objetos que hay en tu casa con sus respectivos nombres en el idioma que estás aprendiendo, esto te ayudará a aprender mucho vocabulario.

5. Utiliza la tecnología

Un truco súper sencillo es cambiar el idioma de tu móvil y de tu ordenador al idioma que deseas aprender, de esta manera, cada vez que los utilices —y vaya que los utilizamos bastante— estarás practicando y aprendiendo. Además puedes instalar algunas aplicaciones de diccionario, de pronunciación o algunos de los servicios para aprender idiomas que habíamos mencionado al inicio, pues para hacer el aprendizaje más divertido, también cuentan con aplicaciones móviles que emplean la gamificación.

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El bienestar mental incluye el bienestar emocional, que consiste en la capacidad de manejar las emociones. Esto no quiere decir que se deban reprimir éstas, sino todo lo contrario. Reconocerlas y aceptarlas, y sentirse cómodo cuando se manifiestan las emociones desagradables, es sinónimo de equilibrio emocional.

Quererse a uno mismo, mostrarse flexibles ante el cambio, y resolver los conflictos y las tensiones con los demás, nos ayudan a mantener el equilibrio emocional y a disfrutar de la vida plenamente.

Encontrarse con uno mismo es una prioridad para el equilibrio emocional, y en muchas ocasiones esto requiere voluntad. Así que aquí te damos algunos consejos que puedes llevar acabo para encontrar ese equilibrio metal que te ayudan a estar en armonía con tu interior y con tu entorno.

1. Cuerpo sano para tener una mente sana

Es necesario que cuides tu cuerpo para que tu mente también esté sana. El ejercicio regular y la dieta equilibrada van a influir positivamente a tu estado anímico y a tu nivel de energía. Deberías consumir poco alcohol y no fumar. La vida sana siempre tiene premio.

2. Tómate un tiempo para reflexionar

Tomarte unos minutos al día para reflexionar puede ser bueno para ayudarte a minimizar los problemas que pueden surgir en tu vida. Para ello, puedes realizar ejercicios de meditación o simplemente tomarte unos minutos antes de acostarte para repasar cómo te ha ido la jornada.

3. Respira

Realizar ejercicios que trabajan la respiración, como los de yoga o Mindfulness pueden guiarte hacia la sabiduría interna, oxigenarte, y proporcionarte un mayor bienestar. Intenta trabajar esta faceta regularmente y serás recompensado con una gran calma y un mayor insight.

4. Identifica y conserva las relaciones sanas

Para mantener un entorno sano, lejos de malas vibraciones, es necesario que identifiques y reconozcas a las personas que te ayudan a crecer, y aquellas que no. Aparta de tu vida a las relaciones tóxicas.

5. Observa tus palabras

Esto puede ser complicado. Es habitual que discutamos con gente, es parte de la vida. Pero sé consciente de cómo haces esto. En las situaciones complicadas, mejor que te des un tiempo para respirar y volver al presente. Si has de decir algo, que no sea en caliente. Siempre piensa en la regla de oro: no le hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti.

6. Practica la gratitud y la compasión

Esto parece fácil pero no lo es. No importan los problemas porque siempre hay algo por lo que puedes estar agradecido, aunque simplemente sea: poder caminar, comer o vivir. Esto no quiere decir que no haya que luchar por vivir mejor, pero hemos de ser conscientes que el solo hecho de estar vivos ya es un motivo de alegría.

 

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No podemos olvidar que, además de cuidarla por fuera, para conseguir una piel más suave es importante actuar desde el interior. Debemos mantenernos bien hidratados y cuidar nuestras emociones.

Lo primero que debes saber es que hay muchos factores que te impiden tener la piel más suave como: Alimentación poco equilibrada, malos hábitos, como el tabaco o el alcohol, deshidratación, exceso de exposición al sol, cuidados inadecuados.El primer paso para mejorar la salud y el aspecto de tu piel deberá pasar por resolver estos factores.

Aquí te damos unos tips para que lo consigas de manera inmediata y tengas una piel muy suave.

1.-Exfóliala, cuando la piel está áspera significa que hay un exceso de células muertas que, a la vez, dificultan la regeneración de la dermis.

Por este motivo conviene realizar una exfoliación una vez a la semana o cada quince días. Hay al alcance diferentes productos naturales que nos permiten hacernos peelings caseros y naturales como, por ejemplo, el bicarbonato de sodio, el azúcar, la sal marina o el café.

2. Ve a la playa. Una escapada a la playa es también una terapia para nuestra piel, ya que conseguimos varios efectos a la vez: Exfoliamos la piel gracias a la arena y el mar.

Se aporta vitamina D para conseguir un bonito bronceado, siempre que lo hagamos con moderación y sentido común.

3. Hidrátala. Para tener una piel más suave, además de exfoliarla, debemos hidratarla, ya que de lo contrario, podríamos resecarla demasiado.

Es fundamental elegir una loción hidratante adecuada para nuestro tipo de piel, para que nutra lo suficiente sin dejarnos la piel grasa. Podemos usar aceites como el de coco, el de almendras o el de jojoba.

4. Bebe agua. La piel se hidrata por fuera, pero también desde dentro.

Bebiendo agua suficiente a lo largo del día, siempre fuera de las comidas para conseguir el efecto beneficioso que queremos: una piel más suave, hidratada y sin impurezas.

Dos vasos de agua en ayunas, veinte minutos antes del desayuno, tres vasos de agua a lo largo de la mañana, tres vasos de agua a lo largo de la tarde.

5. Cepíllala a diario

La técnica del cepillado en seco tiene cada vez más adeptos, ya que es sencilla, gratuita, rápida y muy efectiva. Cepillarnos la piel a diario, de abajo hacia arriba, siempre en dirección al corazón, nos ayuda a activar la circulación y mejorar la oxigenación de la piel, así como a combatir la retención de líquidos, la celulitis y las estrías.

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A pesar de que muchos piensen que para ser una persona creativa hay que nacer con un “don”, la creatividad es una habilidad que, como cualquier otra cualidad, puede y debe ser desarrollada a lo largo de la vida. Son numerosos los estudios que podemos encontrar a cerca de la importancia que tiene el fomento de la creatividad en todos los ámbitos de una persona; desde la mejora de su vida diaria, hasta la mejora de la sociedad en su conjunto.

Aquí te dejamos algunos tips que puedes utilizar para mejorar y despertar esa creatividad que te ayudara en gran parte de tu vida.

1.-Experimenta, para ello puedes empezar por leer. Leer estimula el cerebro, te ayuda a conocer lo que ya sabías, y a aprender e impulsarte a experimentar con aprendizajes nuevos.

Experimenta con tus conocimientos e ideas. Escribe libremente sobre ellas y hazlo siempre desde el  corazón.

2. No vayas a por lo fácil, no aceptes la primera idea que te venga a la mente, siempre puedes encontrar soluciones más efectivas y, lo más importante, ¡creativas!

3. Mantente alerta, tienes que estar preparado para captar todo aquello que te rodea. Algo que distingue a las personas creativas es la capacidad de visualizar las circunstancias desde diversas perspectivas y hacer de cualquier problema una nueva oportunidad para producir ideas. Esto te ayudará a crear el hábito de generar nuevas ideas casi a diario.

4. Diviértete y comparte ideas, tu tiempo de ocio no sólo te ayuda a desconectar del ordenador y descansar la mente, además puedes seguir fomentando tu creatividad de una manera “pasiva” o “inconsciente”. Hablar con amigos o compañeros de trabajo, compartir experiencias e ideas, llevar a cabo tormenta de ideas.

5. Comparte tus logros. Compartir aquello que has logrado crear con éxito ampliará tu red de contactos y acelerará tu flujo de creatividad. Esto no deja de ser otra manera de aprender de otros. Además, escuchar opiniones externas te alejará de tus propias críticas y pensamientos negativos, logrando con ello una motivación adicional.