EL DIA QUE EL NEGRO, LE DIJO AL PINTO.

Mosa
Cuerpo

En los años 90 los colonos originales de Polanco comenzaron a mudarse,  a poblar otras tierras más tranquilas.  Las casas, departamentos o pisos completos se fueron transformando en oficinas que diariamente son atendidos por  encorbatados y  féminas enzapatilladas que a su paso van dejando aromas de más de un salario mínimo.

En una pequeña oficina despachaba el director artístico de Radio uno 104.1: Antonio Zambrano. Espacio  pequeño  que cuando había junta de trabajo, nos acomodaban como en la fila del primero  “A”   de la escuela primaria oficial República de Camerún. Formaditos y  tomando distancia por tiempos para opinar.

 Si ésta oficina hablara, bueno no habla pero le iremos hurtando sus historias para el jeta book.: “El refresco de $500”,  “Nos robaron los discos de los Tigres”, “Súbanse a la camioneta del jefe”  poco a poco las conocerán.

En está ocasión quiero gritarlo a los cuatro lados de la página: Él habló  a ésta oficina chiquita,  buscaba promoción  y creo que por sus orígenes laborales y creativos sintió identificación con el medio. Nuestro persona-jeta book, escuchaba el show y sabía perfectamente quien era el “Panda”, en su llamada estaba solicitando una charla para dar a conocer su primer trabajo cinematográfico.

El hombre al teléfono de apellido rimbombante se le reconoce como locutor, en  una de las principales emisoras de rock de la ciudad de México (WFM). En los años 80, revolucionó estrategias de promoción y publicidad para la emisora posteriormente se convertiría en  director artístico. Compuso música para cine;     realizó publicidad para servicios y productos importantes  entre otros  quehaceres  sobresalientes,  una “Chucha cuerera”.

Solo hizo dos llamadas a la oficina, la primera tuve la fortuna de atenderla y de verdad  pensé que nos estaban bromeando y no la tome en serio, En ese encuentro telefónico se formó la idea de que alguien nos estaba tildando de imbéciles, bueno… al que atendía la línea telefónica en ese momento. Sin embargo dejó un número telefónico, lo que le dio formalidad a su petición.

 Recuerdo perfectamente su discurso, una voz clara de buen volumen  se presentó y comentó que le era interesante el show y le agradaría tener una entrevista con el “Panda” para promocionar su primera película  “Amores perros”.

“Que tal, mi nombre es Alejandro González Iñárritu, en un tiempo hice radio, me late el show del Panda y me gustaría comentarles el primer largometraje que realice, es una película que forma parte de una trilogía, en donde las historias se entrecruzan…”  estas palabras todavía llegan a sonar en mi cabeza.

Después de un par de días, una compañera me comentó con gran entusiasmo ¡sabes quien acaba de hablar! - no, de no ser Alejandro Sanz ésta mujer no se prendería de ésta manera - González Iñárritu solicita una entrevista va a estrenar una película que ha sido premiada en cannes y comenzará un circuito de exhibición en México.

La información estaba completa  no era broma, el mismo que viste y calza estaba hablando a la radio para solicitar una entrevista. Se hizo la petición a la producción, la respuesta fue contundente: Se agradece la distinción y el privilegio, sin embargo el formato nos lo impide.

Pasaron  quince años de aquel par de llamadas;  el gobierno del cambio terminó, llegó el presidente del empleo; el pasito duranguense, vino, hizo y se fue. La radio musical en Radio Fórmula cerro sus puertas. La vida se fue digitalizando y aquella llamada importante se transformo en una inolvidable anécdota.

Mientras estos tres lustros pasaron  Alejandro González Iñárritu se  convirtió en el primer  mexicano en ganar dos premios Oscar de manera consecutiva;  seis películas en su haber: Amores Perros, 21 gramos, Babel, Biutiful, Birdman y the Revenant; premios, festivales, distinciones y el reconocimiento a su trabajo.

Siempre observo el teléfono esperando que la vida devuelva otra llamada así.  

 

 

 

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